Archivos de la categoría ‘Hardware’

El mundo de la informática siempre ha sido un tanto extraño para la mayoría de los usuarios. Gracias a las nuevas tecnologías, a las modernas aplicaciones y a la gran cantidad de información que hay en las redes, nos hemos atrevido por fin a realizar algunas gestiones con el software, tales como instalar programas, actualizarlos e incluso programar tareas sencillas. Durante muchos años,  desconocedores de la tecnología, hemos aceptado las licencias impuestas por las grandes empresas creadoras de software, sin plantearnos ni siquiera los derechos que nos corresponden como consumidores. Muchas veces no habremos preguntado ¿por qué no podemos realizar copias de un producto que hemos pagado? ¿aunque esta copia esté destinado a consumo propio? o ¿realizar modificaciones para adaptarlo a nuestras necesidades? o ¿divulgar los fallos que descubrimos? Pues bien, no olvidemos que en sus inicios el software no era considerado un  producto comercial, sino como un modelo de desarrollo del lenguaje en la informática, de hecho iba unido al ordenador como una herramienta más. Las universidades y los centros de investigación, fueron los lugares donde comenzó el hábito a trabajar sobre software de forma colaborativa, con la única motivación de desarrollarlo, de buscar reconocimiento, sin ningún tipo de restricción.  Y ya sobre los años setenta, es cuando muchas compañías, que por norma general eran los mismos productores de hardware, empiezan a proteger sus trabajos a través licencias reguladas por leyes sobre secreto industrial, derechos de autor o patentes. La llegada de las redes provocó una creciente producción de software y las empresas impusieron gracias a la ayuda de los gobiernos licencias aún más restrictivas para los usuarios, y una de las medidas más extendidas fue la ocultación del código fuente, de forma que el usuario no tenían la libertad de adaptar el software a sus necesidades, sino que él usuario debía adaptarse al software.

Hasta hace pocos años el software se ha mantenido como una herramienta inaccesible y una mercancía que solamente buscaba la rentabilidad económica. Y aunque las leyes sobre propiedad intelectual y patentes siguen en la lucha frenando la liberación para seguir beneficiándose a través de licencias abusivas para los usuarios, nacen nuevas licencias que buscan mantener la libertad  y transparencia de sus creaciones. Hoy día las licencias privativas conviven con licencias que respetan la libertad del usuario garantizando el derecho sobre el producto adquirido de usar, compartir, distribuir y modificar, incluso en el caso de que esta quisiera ser patentada.

A lo largo de la última década, ha nacido una gran comunidad de programadores y desarrolladores con ganas de poner de manifiesto sus conocimientos y su capacidad creativa, lo que han provocado la aparición de una gran cantidad de herramientas de software libre. Muchas de ellas empiezan a operar simplemente como código abierto, pero debido a la naturaleza, que este tiene en cuenta tanto aspectos éticos como técnicos del Software y a que en la red se están gestando multitud de plataformas colaborativas, la mayoría terminan por hacerse libres. Algunos de los proyectos tales como Mozilla, Emule, Linux han demostrado que la sociedad es capaz de desarrollar nuevos modelos de negocio basados en la distribución libre, sin que ello afecte al mercado de la oferta y la demanda. Paralelamente se generan nuevas estructuras económicas, basados en el servicio a empresas, renombre, etc.

Esto demuestra que cerrar el conocimiento  tan solo frena el progreso de la colectividad e impide su desarrollo, lo que implica que sigamos ajenos a nuestros  verdaderos derechos y nos dejemos llevar por políticas que solo buscan el beneficio de unos pocos. El conocimiento pertenece a la sociedad, todos tenemos derecho a beneficiarnos de él, ya que no hay producción sin reproducción, todo conocimiento debe haberse basado en un conocimiento anterior para poder obtener resultados